LOCALES
10 de julio de 2025
Obras públicas, política y deuda social: lo que deja la inauguración de la planta cloacal en El Paraíso

La reciente inauguración de la planta de tratamientos de efluentes cloacales en El Paraíso no es solo la concreción de una obra pública largamente postergada: es también el cierre simbólico de una deuda histórica del Estado con una comunidad que durante décadas careció de un servicio básico de saneamiento. Pero detrás del corte de cintas, la foto oficial y los discursos de celebración, se juegan tensiones políticas, disputas por la gestión de recursos y un modo de entender la obra pública que trasciende al proyecto técnico.
Mauro Poletti, intendente de Ramallo, encabezó el acto con un discurso que alternó entre la satisfacción personal y la crítica política. No es casual. La planta cloacal fue una promesa de su primer mandato, una obra iniciada durante su gestión, interrumpida durante el gobierno posterior de Gustavo Perié y ahora reactivada e inaugurada bajo su segundo ciclo al frente del municipio.
En ese trayecto no solo se estancó la infraestructura, también se instaló una narrativa de conflicto: auditorías, acusaciones cruzadas sobre uso de fondos y la reivindicación de figuras como la del trabajador Próspero Irigoitia, símbolo de continuidad técnica frente a la inestabilidad política.
Cuando Poletti afirmó que la auditoría que desaconsejaba la obra fue realizada por “la persona que había perdido la licitación”, no sólo cuestiona el procedimiento técnico, sino que sugirió que "hubo una intencionalidad política detrás del retraso".
En su visión, la paralización no se debió a fallas estructurales, sino a decisiones políticas del gobierno anterior, que habría usado fondos asignados para terminar la planta en gastos administrativos.
En ese contexto, la obra cobra un doble valor: como infraestructura esencial y como triunfo político. Poletti lo sabe y lo dijo sin rodeos: “Esta obra para mí es un desafío y un sueño personal”.
La personalización del logro es parte de una narrativa que busca reforzar su vínculo con los vecinos de El Paraíso.
Pero el anuncio no quedó solo en el presente.
El intendente aprovechó la ocasión para proyectar obra futura: cloacas para Villa General Savio y el mejoramiento del camino que la une con Villa Ramallo. En clave de planificación territorial, estos anuncios refuerzan la idea de gestión activa y cercana, sobre todo en localidades que históricamente han sido relegadas respecto a los centros urbanos del distrito.
También fue importante la mención al camino por las barrancas entre Ramallo Pueblo y El Paraíso, una mejora estratégica tanto para los productores como para el turismo rural. Este tipo de obras, aunque menos visibles que una planta cloacal, "son clave para dinamizar la economía local y mejorar la conectividad".
En definitiva, la inauguración de la planta cloacal de El Paraíso es un acontecimiento relevante por lo que implica en términos de salud, dignidad y calidad de vida para sus habitantes. Pero también reveló cómo, en el escenario político local, las obras no son solo estructuras físicas, sino campos de disputa simbólica y política.
"El Estado que promete y el Estado que cumple no siempre son el mismo", destacó.
En Ramallo, al menos por ahora, el intendente quiere que esa diferencia quede bien clara.
Seguinos
3407408934