Martes
28 de Octubre de 2025
LOCALES
28 de octubre de 2025

En diálogo con Radio Ramallo, el escritor y exdirigente político Alejandro Ballester analizó el resultado electoral del 26 de octubre, el desplazamiento de las estructuras partidarias y el rol de los jóvenes en una política que, según dijo, atraviesa “una transformación profunda de su percepción”. También adelantó detalles de su próximo libro, donde entrelaza historia, literatura y memoria colectiva.
La mañana en Radio Ramallo transcurría serena hasta que la voz de Alejandro Ballester irrumpió con su tono pausado, pero firme.
“Los resultados de Ramallo fueron equivalentes con los del resto del país. Parecen sorprendentes, pero en el fondo hay razones que lo explican”, comenzó.
Su análisis, cargado de perspectiva histórica, buscó entender un escenario que calificó como “pendular y sin mediadores”, donde la ciudadanía votó sin la guía tradicional de los partidos.
Ballester, conocedor de la política local y nacional, recordó que la provincia de Buenos Aires concentra el 37% del electorado del país y que dentro de ese universo hay “medio millón de jóvenes entre 16 y 18 años que votan por primera vez”.
A su juicio, ese segmento expresa un malestar profundo: “El 53% de los jóvenes no se siente representado por ningún partido político”, señaló citando un informe del CIPPEC.
“El estallido de los partidos comenzó a fines del siglo pasado y hoy se materializó de manera espantosa”, sostuvo.
En su lectura, la crisis de representación provocó una ruptura entre el poder político y la sociedad: “Ya no hay organizaciones que medien entre el ciudadano y el poder. En esta elección el elector quedó solo, sin intermediarios ni referentes cercanos”.
El exdirigente también apuntó contra el papel de los aparatos locales. “Los municipios, que siempre fueron el nexo entre la gente y el poder, no jugaron ningún rol. Los partidos estaban cerrados, sin estructura militante ni conducción visible. Nos vimos todos frente a dos alternativas que no ofrecieron discursos claros”, analizó en referencia a las candidaturas de Santilli y Taiana.
Para Ballester, el vacío discursivo marcó la campaña. “No hubo un mensaje sostenido, no hubo propuestas. Solo fragmentos que llegaron por redes o declaraciones sueltas. Uno decía que venía a frenar a Milei, el otro que venía a ayudar. Pero no hubo nadie que explicara un proyecto de país”, criticó.
El escritor consideró que esa desconexión entre clase política y sociedad llevó a que el votante actuara con autonomía inédita. “El ciudadano aprovechó para ajustar cuentas pendientes”, expresó. “Algunos votaron por bronca, otros por esperanza, y muchos por simple desencanto. En ese contexto, el gobierno nacional se aferró a la baja de la inflación como logro, pero fue insuficiente”.
Con su habitual tono reflexivo, Ballester vinculó lo ocurrido en Ramallo con un fenómeno global: “En todo el mundo se está poniendo en crisis el modelo de bienestar social. Por eso surgen los nacionalismos, crecen movimientos como Vox en España o los de derecha en América Latina. El sistema de bienestar es cada vez más difícil de sostener”.
El entrevistado hizo un alto para mirar hacia atrás: “En mi época, uno sabía que los López eran peronistas, los Fernández radicales y los Catcialistas socialistas. Hoy eso se terminó. El elector está absolutamente independizado, sin mediadores, guiado por sus percepciones”.
En ese sentido, destacó que la sociedad argentina atraviesa una “transformación profunda de su percepción política”, donde el voto responde más a la emoción del momento que a la pertenencia partidaria. “La gente está cansada, descreída, y ya no encuentra banderas que la identifiquen”, reflexionó.
Consultado sobre cómo veía el futuro inmediato, fue cauto: “La crisis del 2023 fue tan profunda que va a costar mucho ponerse a tono con lo que la gente espera. Lo que vemos hoy es apenas el comienzo de un proceso de cambio global que también nos afecta”.
Ballester, que militó activamente en la recuperación democrática, se permitió una recomendación para las nuevas generaciones: “No se puede prescindir de la tecnología, pero tampoco del estudio y el conocimiento profundo del país. La política es servicio o no es nada.”
Reconoció que la tarea de reconstruir la militancia será ardua: “Va a ser muy difícil reemplazar la mística y el tesón de la generación del 83, aquella que venía de militar en los 70 en fábricas, gremios y universidades. Con todos sus errores, fue una generación con sentido colectivo”, afirmó.
Hacia el final de la entrevista, Ballester reveló que tiene un libro terminado, aunque aún no publicado. “Soy un corrector obsesivo, agrego y saco cosas todo el tiempo”, confesó con una sonrisa. El texto, explicó, aborda la historia desde una mirada literaria y cultural: “Habla de cómo escritores, periodistas, cineastas y poetas interpretaron los grandes temas del siglo XX”.
El autor, sin embargo, admitió sus dudas sobre la difusión: “Este no es un libro para todo público, y además uno se siente un poco aislado con los años. Pero tengo fe en que verá la luz hacia fin de año o principios del próximo”.
Antes de despedirse, dejó un mensaje que resume su pensamiento: “El público tiene que aprender a valorar no solo al que gobierna, sino también a elegir buena oposición. Solo así podremos salir de este desencanto.”
Seguinos
3407408934