Momentos emotivos y cargados de historia se vivieron  el pasado viernes cuando la Cooperativa Agropecuaria de La Violeta inauguró su nuevo edificio en la localidad. Hasta el lugar llegaron vecinos, asociados, dirigentes políticos y cooperativistas. A medida que iban llegando las familias la postal se iba configurando con la historia de muchos hombres de mujeres que desde jóvenes trabajaron la tierra en pos de un proyecto de vida. La cooperativa agropecuaria de La Violeta es una de las más importantes en la República Argentina, nació en 1948. La Violeta es una de las 14 localidades que componen el partido de Pergamino. “Acá nos vio, crecer, proyectarnos  y cumplir sueños junto a todos los asociados. Nuestra historia estuvo marcada desde el principio por el esfuerzo de todos los productores agropecuarios de la región. Fuimos creciendo con el paso de los años y sin duda en los últimos hemos tenido el orgullo de posicionarnos como una de las cooperativas más importantes del país” contó uno de los trabajadores que peinan canas, minutos antes de que comenzara el acto. Lo hizo con el orgullo de pertenecer. Son esos testimonios que reflejan la importancia del cooperativismo, pero centralmente el sentido de pertenencia con la institución y su pueblo.

El acto que comenzó con el corte de cintas y la bendición del cura párroco Hugo Papaleo permitió ver a generaciones de productores agropecuarios de la región norte de la provincia de Buenos Aires como proyectaron su vida desde el campo argentino. Darío Paoloni, gerente de la institución en su discurso remarco el rol de las cooperativas en la Argentina, el trabajo cotidiano con los asociados y la participación de las cooperativas en cada una de las comunidades que son generadoras de empleo y articulan acciones de responsabilidad  social. El encuentro tuvo la presencia del Intendente de Ramallo Gustavo Perie, del concejal Ignacio Maiztegui, en representación del Intendente de Pergamino, Javier Martínez; además estuvieron presentes autoridades de la Asociación de Cooperativas Argentinas y de empresas de la región.

Florentino Andrés

Tras el corte de cinta se produjeron dos momentos muy emotivos, el recuerdo a aquellos hombres que fueron dando los primeros pasos en la cooperativa. Uno de ellos fue Florentino Andrés, nombre que desde el pasado viernes lleva el salón de usos múltiples. “Don Florentino” como lo conocían, nació en Castilla la Vieja provincia de Burgos, España; viajo a la Argentina como muchos inmigrantes en principio del siglo XX,  se radicó en el paraje “La Sarita” donde formo una familia y fue el primer presidente de la Cooperativa Agropecuaria La Violeta. En los años ’70 y comienzos ’80 Florentino Andrés logró acercar a muchos productores lo cual le permitió sumar más acopio. Este hombre fue un pilar muy importante en la historia de la producción de la región. Florentino Andrés estuvo al frente de la cooperativa durante 38 años, murió en 1986.

Tras la reseña del dirigente cooperativista, Héctor Rocco, actual presidente del consejo de administración, junto a otros integrantes se encargó de entregar un presente a los familiares de Florentino Andrés en un momento que las lagrimas invadieron los rostros de muchos. El salón de central de la cooperativa pasó a llamarse Florentino Andrés.

Darío Haroldo Paoloni

En la continuidad de la ceremonia se realizo un segundo reconocimiento. Previamente se  descubrió una placa en el cual a las nuevas oficinas pasaron llamarse Raúl Haroldo Paoloni, “Lito” para los que lo conocen desde siempre. Darío, quien siguió los pasos de su padre dentro de la institución fue el encargo de leer el discurso que para aquellos que observaban el momento debe haber sido algo que muchos quieren que le pase en la vida con sus padres.

“Lito” nació en el paraje “El cruce”, muy cercano a la localidad. Se casó, tuvo hijos y se abocó toda su vida a trabajar en la cooperativa para el productor agropecuario. Con la voz entrecortada y visiblemente emocionado Darío Paoloni, hizo un repaso de la vida de su padre. “Lito” nació en 1936, y desde chico comenzó a trabajar, como muchos jóvenes que por aquellos años poblaban el campo en la región. Las familias que vivían en el campo eran muchas más que las que están hoy. A los 17 llegó a la localidad de La Violeta con sexto grado y tras haber realizado cursos por correspondencias, algo que era muy común en esa época. Unos años después ingresó a trabajar en la Cooperativa de la Violeta, tras pasar algunos años llego el momento en que fue designado gerente de la cooperativa de La Violeta.

En uno de los costados del salón, la emoción también se podía observaren el rostro de “Lito” Paoloni. “La cooperativa es tú vida” dijo en un tramo del discurso Darío Paoloni para dar entender lo que significa el cooperativismo y la pertenencia. Uno de los pilares sin dudas fue Elida su esposa, y compañera de vida. “Hiciste una cooperativa, fuerte, solvente, siendo hoy una de las cooperativas más importantes del país” resaltó Darío Paoloni, para dar cuenta de lo que representa esta organización  y fundamentalmente la confianza de sus asociados. La cooperativa tiene más de un centenar de empleados de manera directa e indirecta y  le da una inyección importante a la economía de La Violeta, Pérez Millán, Ramallo, Villa Ramallo, El Paraíso y toda la región norte de la provincia de Buenos Aires.  

Desde sus orígenes la cooperativa no solo se preocupó la institución sino que también se ocupó de la comunidad donde desarrolla su labor y generó crecimiento, impulsó con principios solidarios que se extiende por generaciones, en dónde se realizan diferentes acciones de responsabilidad social.

En el cierre de la jornada, ese hombre que previo al inicio del acto, le contaba sus vivencias dentro de la cooperativa dijo “todo lo que se ha logrado en todos estos años es porque somos una gran familia y esa unión se mantiene en el tiempo y por generaciones…para todos los que hemos visto crecer a la cooperativa sabemos que los más importante es el productor agropecuario”.