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22 de junio de 2025
El empleo tambalea en el corazón agroindustrial: el Norte bonaerense y el sur santafesino frente a un semestre clave

Las cifras del mercado laboral publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) para el primer trimestre del año confirman una tendencia que preocupa a los analistas y se siente en las calles de ciudades clave del norte de la provincia de Buenos Aires —como San Nicolás, Pergamino y Ramallo— y del sur de Santa Fe —como Rosario, Villa Constitución o Venado Tuerto—.
Mientras el país entero transita un contexto de fragilidad económica, esta región neurálgica del corredor industrial y agroexportador refleja un retroceso en el empleo formal, un alza en la informalidad y un aumento de la presión sobre el mercado laboral.
Según el informe de la Encuesta Permanente de Hogares, la tasa de desocupación en los aglomerados de más de 500.000 habitantes, donde se incluyen zonas como Rosario y Gran Buenos Aires, trepó al 8,5%, mientras que en las áreas menores fue más baja (5,0%), aunque con fuerte presencia de informalidad.
La región pampeana, que incluye al norte bonaerense y sur santafesino, exhibió una tasa de desempleo del 7,4%, levemente por debajo del promedio nacional (7,9%), pero con una subocupación del 11,1%, una de las más altas del país.
El empleo asalariado sigue siendo el más común, pero con una alarmante informalidad: el 36,3% de los asalariados no tiene descuento jubilatorio, lo que evidencia el crecimiento del empleo precario.
En paralelo, el trabajo por cuenta propia crece y ya representa el 23,5% de los ocupados, un síntoma claro de la pérdida de empleos estables en el sector privado.
Desigualdades de género y edad
Las mujeres jóvenes fueron las más afectadas: en el grupo de 18 a 29 años, la desocupación se disparó al 19,2%, y en los varones jóvenes al 15,1%, muy por encima del promedio. La caída de la tasa de empleo femenina también fue notoria: bajó del 49,4% al 46,9%, lo que sugiere un retroceso en la participación laboral femenina tras la leve recuperación del año pasado.
Expectativas hacia el segundo semestre
Con un segundo semestre por delante, la región enfrenta un desafío mayúsculo. Si bien las actividades ligadas al agro podrían reactivarse con la campaña de trigo y las primeras proyecciones de maíz, los sectores industriales continúan sin señales de recuperación clara. En lugares como San Nicolás o Villa Constitución, donde la industria metalúrgica y automotriz es clave, persisten la incertidumbre y las suspensiones.
Los indicadores sugieren que, de no mediar políticas activas de promoción del empleo formal y protección del trabajo registrado, el deterioro podría continuar.
La presión sobre el mercado laboral —que combina desocupación, subocupación y búsqueda activa de mejoras laborales— ya alcanza al 29,7% de la población económicamente activa, uno de los niveles más altos desde la pandemia.
Las expectativas para el segundo semestre dependerán en gran medida de la evolución del consumo interno, el repunte del crédito productivo y la estabilidad macroeconómica.
Por ahora, en las estaciones de tren, en las ferias y en los portales de búsqueda de empleo, la pregunta que más se escucha sigue siendo la misma: ¿Dónde hay trabajo?.
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