Un grupo de padres expresó su malestar por el ausentismo docente
En las escuelas de Ramallo, un grupo de padres han señalado que sus hijos en el nivel secundario al menos una vez en la semana sus hijos no tienen alguna materia por el ausentismo del titular. La cuestión del ausentismo docente en las aulas argentinas -y cómo impacta en la calidad educativa- no es nada nuevo. Esta semana que finaliza en el partido de Ramallo se repitieron las situaciones de alumnos con horas libres. En el momento de analizar la situación se pueden hipotetizar multicausales: una insatisfacción por lo que cobran, agotamiento y stress por haber sido actores importantes en la pandemia, problemas de salud, gripe y otras patologías y la tercera de las hipótesis, un mal uso de las licencias que permite el sistema.
Durante la pandemia los docentes tuvieron un desgaste más allá de lo imaginable. Primero las clases virtuales muchas veces terminaban siendo personalizadas con sus alumnos. Hay que tener en cuenta que muchos profesores tienen semanalmente más de 150 alumnos. En ese mismo orden, durante la pandemia dura fueron los que preparaban los módulos alimentarios –bolsones de comida—para que las familias lo pasaran a retirar por las instituciones y tal vez como pasa con los médicos la falta de un reconocimiento por parte de las autoridades educativas y en general genera malestar.
El tema del presentismo ganó espacio en los medios, sobre todo a partir de su inclusión en la discusión de la paritaria docente bonaerense allá por el año 2016. Sin embargo esto cambio cuando cambio el gobierno. Lo concreto es que esta semana en varias escuelas del distrito de Ramallo fue moneda corriente encontrarse con alumnos de educación secundaria con horas libres.
Un dato que se desconoce a nivel local son los resultados de las pruebas Aprender 2021. “Por una parte sabemos que la infraestructura escolar no siempre está disponible o al alcance para quien la necesita y, por otra, somos de los países con más alta tasa de ausentismo docente y que más tiempo mantuvimos las escuelas cerradas durante la pandemia” expresó Guillermina Tiramonti especialista en educación e investigadora de FLACSO.
"Lo que se planifica en los ministerios es difícil de llevar al aula".
“En cuanto a la secundaria, experiencias piloto han demostrado que es necesario cambiar el curriculum enciclopedista. Estamos en la era digital, donde no solo es necesario tener una computadora, sino darse cuenta que el conocimiento tiene otra definición. Hay un cambio epistemológico. Los jóvenes de hoy no tienen nada que ver con los de hace cuarenta años. Es difícil se sienten a escuchar durante horas seguidas al profe que le diga cómo son las cosas, cuando consigue lo mismo en segundos desde el celular. Michel Serres, un filósofo francés, expone cómo la tecnología impactó en la memoria, donde toda la información del mundo está en internet. Y dice claramente que ahora no hace falta acumular contenidos, sino saber ser inteligente. Entonces, esto es lo que los chicos necesitan hoy de la escuela: aprender a articular contenidos, sacar deducciones, relacionar fenómenos, etcétera” resaltó Tiramonti en una de sus últimas conferencias.
Un poco de historia
Además del impacto pedagógico, el ausentismo repercute en el presupuesto educativo. Así lo denunció la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la apertura de sesiones del Congreso en 2012: “El promedio nacional de ausentismo es 24,18%. Un cuarto de la masa salarial que se paga en la Argentina a los docentes, se paga dos veces, porque le estoy pagando al que está en el cargo y al suplente”.
Cabe recordar a fines del siglo XIX con la ley 1420 se estableció la escuela obligatoria, laica y gratuita para toda la población. Recién avanzados los años 80 del siglo pasado se consiguió la universalización de la educación primaria. Eso significó haber generado en toda la población el hábito de mandar a sus hijos a la escuela y del cumplimiento por parte del Estado, de la obligación de poner a disposición de cada chico una escuela con sus docentes.
A lo largo de todo el siglo pasado y lo que va del actual se vienen registrando acciones que impiden que el encuentro entre docentes y alumnos se haga de forma satisfactoria, al menos así lo remarcan algunos pedagogos. Por una parte se sabe que la infraestructura escolar no siempre es la mejor, y por otra, ser uno de los países con más alta tasa de ausentismo docente y que más tiempo mantuvo las escuelas cerradas durante la pandemia genera un impacto sobre el aprendizaje.