2 de abril de 2022

"Deseo que esta presencia la tengamos siempre, que estemos siempre con nuestros ex combatientes"

Lo dijo Raúl Urbina, hermano del soldado Carlos Ángel González fallecido en el ARA General Belgrano ante la multitud que se dio cita para recordar y rendirle homenaje a los héroes de Malvinas.

“Desde que Carlos me dijo si podía hablar estaba pensando que decir. Hablar de lo estadístico se habló mucho. La verdadera historia la tiene Carlos, Alejandro, cada uno de ellos que vivió la incertidumbre el dolor, vivió la guerra, la tristeza, vivió no saber si iba a volver a su casa, y un país que lo recibió mal, los tuvieron dos o tres meses en Buenos Aires, y le pidieron que no hablen de la guerra. Tuvieron hambre, tuvieron frio,  fueron con armas inferiores a las que usaban los ingleses,  no tenían la preparación que tenían los ingleses pero tenían el corazón más grande que los ingleses, por eso una guerra que podría haber terminado muy pronto se extendió en el tiempo, y tal vez como lo contó Alejandro si duraba una semana más tal vez los ingleses se tenían que rendir” dijo en el primer tramo de su discurso Raúl Urbina.

Luego remarcó “para todos el 2 de abril es importante, para mí el 2 de mayo es doblemente importante. Este mes se vivió en la casa de los argentinos de una manera especial, en la casa de los ex combatientes y en mi casa se vivió de diferentes maneras. En aquellos años se vivió con miedos, con angustia, con esperanzas de tener noticias. En aquellos tiempos  no era como ahora, ahora tenemos internet, tenemos medios de diferentes de comunicación en esa época había teléfonos de línea y era muy poco el contacto que teníamos con ellos, las cartas no llegaban y si llegaban, llegaba a una de 20 o de 30. A principios de abril mi hermano se vino a despedir  a Sánchez, fue un domingo a la tarde, recuerdo que en mi inocencia de los 9 años le pedía que se quebrara un brazo. Yo pensaba que si quebraba un brazo no se iba, se quedaba conmigo”.

En la continuidad de la alocución recordó “me preguntaron que me acordaba de aquellos tiempos, me acuerdo de todo, tomo el colectivo a las cinco de la tarde, lo acompañaron mis viejos porque yo me quedé llorando en mi  casa y después no supimos más nada hasta el 2 de mayo. El 2 de mayo estaba mirando una película en el canal 3 de Rosario, se trataba de una invasión de abejas en un pueblo de Estados Unidos, y ahí en un flash informativo nos enteramos de lo que pasó, después vino la angustia de saber si estaba vivió o no estaba vivo. Nunca pude hablar con ninguno de los héroes sobre su experiencia en Malvinas. Cuando murió Rubén Piñeiro él había estado con mi hermano en el crucero y no le quise preguntar. Alguien por allí me dijo tú hermano había salido y decidió volver para salvar a otro y no pudo. No salieron ni él, ni su compañero”.

“Hoy me pone muy contento que haya tanta gente acá, gente que adoro con el corazón como María Luisa, mi vecina de Sánchez, que estuvo en cada acto de mi hermano, y ver esta plaza llena como no la había visto nunca o tal vez en alguna rara oportunidad. Deseo que esta presencia la tengamos siempre, que estemos siempre con nuestros ex combatientes. Hay que estar al lado de ellos porque ellos fueron el empujón final para que Argentina saliera de la dictadura militar. Algunos volvieron, otros quedaron en el sur, y otros quedaron con tantas secuelas que se quitaron la vida. Por siempre hay que tener a los ex veteranos allá arriba. Le pido que nos acordemos siempre de los héroes de Malvinas” resaltó Urbina.


Comentarios »