21 de marzo de 2022

Una jornada para generar conciencia e inclusión

Como cada 21 de marzo, ayer se conmemoró el Día Mundial del Síndrome de Down. Las actividades comenzaron el domingo en el paseo de los artesanos con momentos muy emotivos cuando se presentó el tercer libro “Los cuentos de India” de las hermanas Milagros, Rosaura y Eloísa Salazar con las ilustraciones de Jorgelina Torrenz; la presentación musical de Adriana y Julieta y de “Loros Parlantes” que llegaron desde Buenos Aires para generar una revolución de amor. Dieron cátedra en su paso por el paseo costanero, así también como sucedió ayer en la recorrida que realizaron por diferentes centros educativos del partido de Ramallo. Adriana Tassotti coordinadora de Loros Parlantes fue quien contó cómo nació este espacio. La Radio Ramallo estuvo en la presentación que se realizó en la Escuela secundaria N°1 de Villa Ramallo. Allí más de 400 jóvenes escucharon cada una de las experiencias que fueron narrando.

Todo comenzó con las palabras de bienvenida de la directora, María José Sánchez; luego Rosaura Salazar contó la experiencia de porque empezaron a escribir “Los Cuentos de India”. Este, que es el tercer libro trata sobre el síndrome de Down, los otros dos son sobre celiaquía y diabetes. Tras las palabras de Rosaura, una  alumna de la escuela leyó una carta dirigida a una de sus compañeras que emocionó a los jóvenes y no tan jóvenes que se encontraban en el patio de le establecimiento educativo. Luego Lucila Lacour, leyó un texto muy ilustrativo, para generar conciencia entre los jóvenes. En la continuidad de la actividad fue Adriana Tassotti quien contó la experiencia de este grupo que tiene su programa en Radio Capital y que llevan adelante entrevistas y cuentas historias en el espacio que se denomina “Loros Parlantes”. 
 

El programa surge y se enmarca en el “Taller de Confianza”, llamado “Loros Parlantes”, que se empieza a desarrollar en el año 2016 de forma gratuita en diferentes espacios sociales, con el objetivo de fortalecer la autonomía de los participantes a partir del desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales. Centrándose en el desarrollo del habla, la empatía y la comunicación, el programa busca generar un espacio de inclusión y convivencia para estimular y potenciar los talentos individuales y grupales. 
 

Su fundadora, Adriana Tassotti (acompañante terapéutica y actriz), empezó en 2017 dando, como voluntaria, un taller de confianza, especialmente dirigido a aquellas chicas y chicos que tenían dificultades para hablar o expresarse de la forma que fuera. Hoy están por convertirse en una asociación civil y, además de los talleres gratuitos que ofrecen (de radio y televisión, por ejemplo), tienen su propio noticiero. De todas las actividades de los Loros, participan unos 40 jóvenes y el lema sigue siendo el mismo que desde un comienzo: “Por mil palabras y cero miedos, por más confianza y más yo puedo”.
 

Para los conductores de “Loros Parlantes” es una gran oportunidad para contar qué significa para ellos: “El síndrome de Down no es una enfermedad sino una condición genética. Somos iguales, necesitamos respeto y lo más importante que queremos decir es que nosotros también podemos hacer muchas cosas y tenemos derecho a trabajar, a tener un trabajo digno y que se reconozca nuestro lugar en la sociedad” explica Adriana a los estudiantes que la escuchan atentamente.

Este grupo de jóvenes producen un programa de radio y televisión que está enfocado en temáticas de actualidad, interés social, música, entrevistas y columnas de opinión. Cuenta con 3 conductores y más de 20 colaboradores con discapacidad, que forman parte del proyecto, desde diferentes roles como movileras y productores
 

De los talleres a la pantalla chica
 

Los Loros Parlantes se empezaron a gestar cuando Adriana era voluntaria en una fundación que trabajaba con jóvenes con síndrome de Down. A ella le llamaba mucho la atención la timidez de varios. “Era una ONG que hacía unos videos fabulosos y los chicos participaban, pero muchos salían detrás del profesor, nunca hablaban ni se animaban a ser protagonistas”, cuenta. Se sintió identificada, porque ella, que hoy es actriz y le encanta hablar, era muy tímida de chica. Pidió permiso para empezar el taller de confianza y, junto a otros voluntarios que le daban una mano, arrancaron juntándose los sábados por la tarde con nueve jóvenes en un bar.
 

La propuesta era simple: con la excusa de reunirse a compartir un rato,  los jóvenes hacían sus pedidos a los mozos y aprendían a reclamar cuando faltaba que les llevaran parte del pedido, a manejar el dinero, a ir solos hasta el lugar, a romper el hielo y generar conversación entre ellos. Tenían que proponer temas. En resumen: hablar, hablar y hablar. Las herramientas que les sugería Adriana incluían, por ejemplo, trabalenguas: “Los armábamos según la problemática de dicción que tuviese cada uno”, cuenta.
 

Además de Adriana, todo el equipo de los Loros está compuesto por voluntarias: hay una psicóloga, una danza terapeuta, dos estudiantes de terapia ocupacional, editores y encargados de las cámaras. El impacto que ven en las familias de las chicas y los chicos, como en ellos, también es grande. “Loros nació para despertar el deseo y cobijar la subjetividad de cada uno. Muchos van descubriendo lo que verdaderamente quieren hacer en este espacio y, las familias, van redescubriendo a sus hijos” resaltó Adriana. 
 

La escuela y el municipio
 

La actividad que se enmarcó en lo planificado desde la Secretaria de Desarrollo Humano y Promoción de la Salud municipal dejó en evidencia las perspectivas de avanzar hacia un proceso inclusivo en el sentido pleno de la palabra. Consciente de eso la Secretaria municipal, Soledad Agotegaray señaló que tienen previsto avanzar con más impulso en otras actividades y  repetir la visita de “Loros Parlantes” al partido de Ramallo. 


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