Bajante histórica del Paraná
Más allá de la prolongada bajante que está sufriendo el río Paraná, las intervenciones humanas siguen su curso, poniendo así en peligro no solo a la flora y a la fauna, sino, sobre todo, a los humedales, ya que las mismas multiplican las chances de expansión del fuego intencional en las islas.
Puertos y Producción
De confirmarse el pronóstico, se extenderían en el tiempo los efectos de la bajante del río Paraná, que ya es la más importante de los últimos 50 años. Según los cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el bajo nivel del río representó en 2020 una pérdida de u$s 244 millones para las exportaciones de granos por no poder cargar los buques en los niveles habituales.
Esta pérdida de profundidad que presenta la hidrovía aún genera complicaciones importantes en la navegación de los buques, y, por lo tanto, pérdidas en su capacidad de carga. Según estimaciones oficiales, durante mayo los barcos deberían cargar un mínimo de 7,2 millones de toneladas de trigo, maíz y harina de soja, sin embargo, como consecuencia de la bajante se redujeron en casi 730 mil toneladas.
Las pérdidas económicas no fueron mayores porque la firma Jan de Nul, a cargo del dragado del Paraná, está redoblando sus esfuerzos y llevando adelante tareas de sobre dragado de dos pies adicionales de profundidad (50 cm) para compensar el bajo nivel del río en el menor plazo posible con el fin de aminorar el impacto de este fenómeno y facilitar el tránsito fluvial.
El Instituto Nacional del Agua (INA) actualizó sus proyecciones de cara a los próximos 15 días en relación a la altura del río en la región.
En la ciudad de Santa Fe, el organismo estima que el 8 de junio el nivel del Río Paraná llegaría a 1,36 mts; mientras que el 15 de este mes descendería a 89 cm.
Mientras que para Rosario, proyectan que para el 8 de junio el nivel llegue a 1,03 mts y una semana más tarde baje a 64 cm.
La altura del río Paraná en Ramallo en el último informe que brindaron está en los 23 cm en bajante.