8 de marzo de 2021

Yo Mujer

Por Claudia Méndez
Periodista.


Más de 2021 años ininterrumpidos… nos prendieron fuego, nos encerraron, nos realizaron escarnios públicos, fuimos apedreadas, no nos permitían el acceso al conocimiento… mil y unas; no pudieron Logramos atravesar siglos de y con dolor y alegrías; ¿por qué no? Y decir: ¡es tan lindo ser mujer!

Hoy en retrospectiva también podemos decir, nosotras, las mujeres; logramos atravesar La iglesia; el patriarcado; el machismo de las propias mujeres que continúan perpetuando el patriarcado, no solo criando hijos en el esquema binario de hombre – mujer/ rosa – celeste/ pelota – muñeca/mariquita – machona…y un montón de etcéteras sino que además – no menos importante – despotrican con cuanta frase denigrante existe contra nosotras mismas: “mirá cómo está vestida!” “es una puta” “necesita una buena pij….” “seguro que le vino” “dejala es una loca”…y también ahí hay un montón de etcéteras….

Considero que algunos de los desafíos importantes que tenemos por delante son garantizar la Educación Sexual Integral, sancionada en la Ley de Educación en el año 2006 y que establece brindar ese conocimiento desde el jardín. El poder del conocimiento desde la infancia que nos permita a todes como sujetos de derecho, nada más ni nada menos que elegir y decidir. Decir no. Y también un montón de etcéteras…

Ahí la lucha continúa siendo con La iglesia… ¿qué interesante, no? LA y no EL. ¿La iglesia entonces es mujer? ¿O de repente no tiene género y es de lo más amplia y nadie había entendido y todo lo que nos hicieron siglos y siglos fue porque realmente estábamos locas y no íbamos a permitir el avance de la humanidad? Que interesante que quienes más nos “castigan” por decirlo en términos religiosos sean quienes comandan LA iglesia… católica; digámoslo ya que ha tenido la hegemonía absoluta todos estos siglos y ahora hace muy poquito (en términos de los años de la humanidad) se le sumaron otras religiones, que si bien tienen “diferencias”… sustancialmente nos rompen los ovarios imponiendo un profundo odio hacía nosotras.

Otro de los desafíos es reconocer que no alcanza sólo con números de teléfonos donde denunciar golpeadores; asesinos; violadores es decir; femicidas. Tampoco con Comisarías de la Mujer que reproduzcan el esquema patriarcal (en el mejor de los casos) o que ni siquiera tomen nuestras denuncias. Y también está visto que las políticas públicas pertenecen a los gobiernos populares, que garantizan derechos, cuando vuelven a la carga los neoliberales quedamos desnudas nuevamente y es indignante, desolador, angustiante. Ahora cabe preguntarse… ¿es posible que veamos esto en conjunto y nos permitamos elegir democráticamente en pos de profundizar esa posibilidad de derechos? ¿O el árbol nos tapa el bosque e incluso terminamos eligiendo en contra de nuestras propias posibilidades de avanzar en el ejercicio de la libertad como mujer? Y claro… muchos etcéteras.

Y finalmente (y no porque no haya más puntos) considero un desafío inmenso el tratamiento de género en los medios de comunicación. Allí se reproduce sin cesar la misoginia en sus diferentes presentaciones…es complejo. Y como decía en párrafos anteriores, no es solo de los hombres. Justamente el desafío es superar el machismo nuestro, de las mujeres. En los medios es peligroso como en el sistema educativo. Se puede dañar para siempre una personalidad. Convengamos que las redes sociales no suman. Si bien se han dado mecanismos como la Ley Micaela, muchas veces es como se dice comúnmente “para la foto”.

¡Mujeres! tenemos que empezar a decir, a señalar, a marcar que nos están agrediendo desde lo que se considera “un chiste”, “una joda” un “¡pero no te lo tomes personal!” ¿Porque saben qué?: es personal, nos lleva la vida en ello y basta. Es sustancial, es lo que le dará aún más fuerza a nuestras poderosas y multitudinarias manifestaciones porque sabrán todes, que cotidianamente no nos callamos más. Creo que también es un poquito de liberación.

ES CON TODAS
NI UNA MENOS, NI UNA MÁS.


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