Así son los protocolos que se aprobaron para la vuelta a clases
La flexibilización del requisito de asistencia en los primeros meses, la posibilidad de dictar clases mixtas durante un tiempo (presenciales y virtuales), la conformación de grupos pequeños en cada salón y el establecimiento de 1:30 hs. como tiempo máximo en el aula son sólo algunas de las consideraciones del documento de 63 páginas que establece los “protocolos mínimos y obligatorios para la vuelta progresiva a las escuelas, cuando la situación epidemiológica lo permita”, acordado por los ministros de educación de las 24 provincias del país.
El trabajo, que fue aprobado este jueves por unanimidad en el Consejo Federal de Educación, se elaboró durante meses con cada jurisdicción educativa y la participación del consejo asesor formado por especialistas de diversas disciplinas. En el texto se detallan acciones previas a la reapertura de los establecimientos educativos, y otras que deberán observarse en forma permanente una vez que reinicien las clases, divididas -a grandes rasgos- en recomendaciones sanitarias, de higiene y seguridad y de arquitectura e infraestructura escolar.
Se hace especial hincapié en que estos lineamientos “deben ser acompañados por la capacitación y entrenamiento permanente de todos los actores de cada comunidad escolar - docentes, alumnos, familias-, a través de cursos, campañas de concientización, señalética adecuada, asesoramiento y acompañamiento por parte de las autoridades educativas y sanitarias”.
“Los protocolos se entienden como los requisitos mínimos para abrir las escuelas, institutos y universidades, y cada jurisdicción o institución podrá construir sobre ellos sus propias reglamentaciones vinculantes”, reza el documento. Los funcionarios y expertos han revisado en detalle las experiencias de países que ya retomaron las clases, sobre todo en el continente europeo.
“La principal conclusión de tal estudio preliminar es que resulta mucho más difícil reabrir escuelas que cerrarlas -dicen-. Efectivamente, todas las intranquilidades, complejidades, controversias y perplejidades causadas por la suspensión de las actividades escolares presenciales se multiplican y profundizan a la hora de decidir la reapertura de los centros educativos”.
En ese contexto, se establecieron cinco puntos fundamentales. Primero: el regreso a clases tiene que contar con pleno respaldo de las autoridades sanitarias (estas deben asegurar que se cuenta con un alto nivel de control de la pandemia”. Segundo: implementación de protocolos sanitarios nacionales que guíen la preparación de las escuelas y regulen su funcionamiento. Tercero: retorno escalonado con prueba piloto (algunos países dieron prioridad a las guarderías y a los primeros años de primaria, otros se limitaron a la primaria y otros se enfocaron en los grados previos a la transición de ciclo).
En cuarto término se indicó que se definirán “objetivos de aprendizaje mínimos para 2020”, pues la reducción del año académico impedirá que todos los contenidos de la currícula puedan ser trabajados de manera presencial.
Quinto: la reapertura de las escuelas, su dinámica y las decisiones gubernamentales al respecto generarán intensos debates y controversias en la opinión pública (habrá padres que no querrán enviar desde el vamos a sus hijos al colegio, por caso). Es por dicho motivo que se hará fuerte hincapié en la higiene permanente, se mantendrá una comunicación constante con las familias y se podrá flexibilizar el registro de asistencia en los primeros meses.
EN EL AULA
Los criterios básicos para el rediseño de la dimensión física y de los flujos del movimiento dentro de la escuela, por las características de transmisión de la COVID-19, se basarán en el distanciamiento físico, el tiempo de exposición, la dinámica del aire y la higiene personal.
El distanciamiento físico será de 1,50 metros entre alumnos sentados (1,80 relativo para docentes) y 2 metros en tránsito y espera, en tanto que el tiempo máximo en el aula será de 1,30 horas. Habrá control de la ventilación (natural y artificial), separación por planos (maestro de pie, alumnos sentados) y puntos de cruce de personas (ingreso, egreso, baños, comedores, patios de juego).
En base a un aula tipo (7,20 x 7,20 metros), se han tomado dos criterios de aplicación: distanciamiento y burbujas. En el primer caso se mantiene la distancia recomendada entre alumnos en diversas disposiciones. Las burbujas constan de pequeños grupos de 2 a 5 participantes que poseen características comunes en relación con la pandemia (alumnos de familias sin integrantes en las franjas de riesgo, alumnos vecinos por manzanas o edificio o de familias de trabajadores esenciales), con la docente circulando libremente .
Fuente: https://www.eldia.com/