18 de junio de 2018

Un paso más para la evolución

Por Fernando Latrille
Hace algunos años que vengo abordando con alumnas y alumnos del último año del secundario la importancia de que nuestro país legalice el aborto. Lo primero que tengo para decir siempre es que en el siglo XXI no se puede penar a alguien por la decisión que tome sobre su cuerpo, porque sino reina la esclavitud, y aunque parece naturalizado y no pensado: la mujer no es libre de decidir sobre su cuerpo y el hombre sí. Por lo tanto, no hay igualdad y es de patriarcado la pena. Para mantenerla esclava, para desearla como fin fecundo. Después, están todas las otras cuestiones que han sido muy bien explicadas por excelentes expositoras y expositores en el debate y que luego de extensas horas de seguir atentamente lo que sucedía en la Cámara de Diputados tenemos media sanción de la Ley de Interrupción Legal del Embarazo con 129 votos a favor y 125 en contra.

Lo que debemos decir es que esto es una cuestión de salud, el Estado no puede hacerse el distraído ante la cifra espeluznante de mujeres que se mueren por abortar clandestinamente en condiciones insalubres. Las que se mueren son nuestras nadies, son las que no tienen los recursos económicos para pagar y hacerse un aborto en una clínica privada sin que corra riesgo su vida. Por eso los antiderechos que la venden cambiada y se llaman provida no hablan de las mujeres que se mueren por abortos clandestinos.

Necesitamos salir de ese atraso en el que estamos y ha sido un gran paso el que se dio en Diputados. Necesitamos ver a esas mujeres movilizadas, organizadas, en la calle haciendo toda una marea verde para que salgamos de la involución del patriarcado y demos el paso fundamental. Si los números dan para que así salgamos del atraso y se vote por la legalización del aborto en el Senado estaremos entrando en una evolución en la que otros países ya entraron: Estados Unidos desde 1973 hasta la semana 24; Reino Unido desde 1967 hasta la semana 24; Noriega desde 1975 hasta la semana 12;  Canadá desde 1969 y sin límite; Francia desde 1975 hasta la semana 12; Finlandia desde 1970 hasta la semana 12; Italia desde 1978 hasta la semana 12; Alemania desde 1972 hasta la semana 12; Cuba, desde 1968 hasta la semana 8; Suiza desde 1973 hasta la semana 12; Suecia desde 1974 hasta la semana 18;  Portugal desde 2007 hasta la semana 10; España desde 2010 hasta la semana 12; Uruguay desde 2012 hasta la semana 12.

Como hombres que somos no siendo pasivos ya que podemos educar como particularmente lo hago desde la escuela pública donde trabajo, hablando del tema para que se entienda la importancia de la legalización, debemos sentirnos orgullosos de quienes estuvieron, están y estarán en las calles diciendo que sin Aborto Legal no hay Ni Una Menos, haciendo sonar y sentir la revolución que ya nadie podrá detener, porque el feto ingeniero no fue más que la debilidad argumental de los que atrasan, tomado como un chiste por una mayoría del pueblo, la puebla argentina, nuestra matria pintada de verde que que ya dio el paso fundamental para entender, para saber y descubrir la verdadera importancia de la legalización. Eso se lo debemos a quienes hoy están en la calle, nuevamente luchando, nuevamente educando.

 

 

¿Cómo vas a estar a favor del aborto cuando hay que defender la vida?

Es una de las preguntas que hacen generalmente aquellos que piensan que estar a favor de la legalización del aborto es estar en contra de la vida. Es bueno responder a esa pregunta con argumentos y el documento “derechos sexuales y reproductivos”( ver en , http://www.cels.org.ar/common/documentos/cels_aborto_WEB_con_tapas%20(1).pdf )  realizado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) permite responder que “el comienzo de la existencia de la persona y el comienzo de la vida son conceptos sustancialmente diferentes y definir el inicio de la vida es materia ajena al derecho. El hecho de que se reconozca que existe vida no significa que se esté en presencia de una persona ni, mucho menos, que su protección sea absoluta; la protección de la vida es gradual e incremental y debe ser ponderada con otros derechos”.   Por otra parte, la última jurisprudencia internacional indica que el embrión no puede ser entendido como persona a los efectos del artículo 4.1. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, debido a que no tiene capacidad autónoma de desarrollarse como individuo y por ende, no puede reconocerse la existencia de un sujeto de derechos. Esto no implica que no merezca ningún tipo de protección. De hecho, en los ordenamientos jurídicos del mundo se acepta que el embrión tiene un valor social que merece consideración y por ende, su protección legal puede basarse en un interés estatal legítimo.  En definitiva no hay en el sistema normativo argentino disposiciones que puedan invocarse para argumentar que el Estado argentino tiene el deber de reconocer la existencia de un derecho absoluto a la vida desde la concepción.  

¿Qué razones hay para legalizar el aborto? 

La norma penal no disuade a las mujeres de practicarse abortos y afecta, restringe y viola derechos humanos fundamentales de niñas, adolescentes y mujeres. También induce a las mujeres a recurrir a métodos de aborto inseguros y riesgosos para su vida y su salud y aumenta la mortalidad y morbilidad de las mujeres por abortos inseguros. La penalización impacta negativamente en el acceso a los abortos legales y ello produce muertes por causas indirectas, muertes y afecciones que tienen un impacto diferenciado en mujeres pobres y jóvenes. La penalización expone a las mujeres a ser víctimas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes y de violencia institucional, valida un mercado millonario y clandestino que lucra con la autonomía de las mujeres, y es una figura penal escasamente aplicada por los tribunales.  

Una carta de una adolescente de 13 años a los diputados, la hija de la periodista Irina Hauser cerraba de esta manera su escrito azuzando no solamente a los representante, sino a la sociedad toda: “Ahora le pregunto a usted, señor/a diputado/a, si lo único que provoca el castigo del aborto son las muertes de miles de mujeres por abortos clandestinos, ¿Por qué no hacerlo legal?”. Sin dudas ya se ganó,  más allá de lo que resulte la votación en el Senado hay una ola verde revolucionario que más tarde o más temprano hará posible la evolución.


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