16 de enero de 2014
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En el barrio Valle de Oro los vecinos ya piensan en el techo propio
Seis de la tarde de este miércoles, el calor golpea fuerte en el norte de la provincia de Buenos Aires. Barrio Valle de Oro, Villa Ramallo: 32 familias hace 36 horas que están a la intemperie luchando por un lote. Todo comenzó cuando decidieron cruzar la calle que separa el barrio de la plaza y de la cancha de futbol e instalarse con niños buscando tener un espacio propio. En Ramallo se estima que hay 1200 familias en riesgo habitacional según se informó desde la Secretaría de Desarrollo Humano municipal en el 2013. En tanto, el último gran plan de viviendas fue el que ejecutó el gobierno nacional en el 2007, fue entonces donde se construyeron 311 viviendas en el distrito distribuidas en las cinco localidades.
Olga Macías, quién se ha transformado en vocera explicó “todo comenzó con un desalojo, nos juntamos los vecinos del barrio y como frente al barrio está la canchita de futbol y la plaza y queda espacio decidimos construir en esos lotes. Acá hay hasta cuatro familias viviendo en una casa, en otra más atrás y en otra sobre el mismo lote”.
El predio es grande a simple vista parecen cinco manzanas y algo más también, Olga habló y explicó como son los días de estas familias que desnudan el déficit habitacional del distrito: “hay gente que duerme en el piso, con los colchones en el piso y que cada día sueña con tener un lote para hacerse su casita. Para nosotros comprar un lote a los valores actuales es imposible, ojo que no estoy diciendo que nos regalen los lotes, los vamos a pagar como sea pero los vamos a pagar”.
Finalmente al ser consultada sobre la propiedad del terreno, señaló “sabemos que hace más de veinte años que ese predio lo cuida la Municipalidad, tal vez tenga dueños pero nunca se ocuparon y acá hay gente que no aguanta. Agotegaray –Intendente Interino—fue muy claro dijo que iba a hacer todo lo que pudiera nosotros somos gente de trabajo acá no vino nadie de afuera es gente que no tiene casa y quiere hacer la suya”.
La historia de Irma
Irma es una de las vecinas del barrio Valle de Oro. Creció en el barrio que está ubicado en Avenida Dusso y creció con la fábrica que supo ser emblema en la producción de conservas dentro del partido de Ramallo. “Este es un barrio de gente de trabajo, y años tras año se fue dando una situación bastante particular, primero llegaron nuestros padres, después nosotros y todos fuimos construyendo en lotes que compraron nuestros padres hace 30 años atrás y ahora son nuestros hijos, no tuvimos chances y ellos tampoco la tienen los lotes en la zona están entre 80 mil y 120 mil pesos y no tenemos la plata para pagarlos es imposible” explico la mujer ante la atenta mirada de varios vecinos que asentían con la cabeza.
Irma trabaja desde joven y la misma enseñanza les transmitió a sus hijos. “Vos pensas que nos gusta dormir como dormimos el lunes y el martes en este predio, no a nadie de le gusta pero sabemos que si no nos ponemos firmes nadie nos va a escuchar. Para que pasen las cosas hay que tomar decisiones a veces extremas. Creo que el estado es el debe prestar atención a situaciones como esta y no lo hace” agregó.
En tanto, muchos de los vecinos saben que la parcela alcanzará para todos y después tendrán que ponerse de acuerdo para convivir ya que los espacios son pequeños. “Ves mirá –nos dice—ves esas mamás jóvenes, llevan una vida espantosa, durmiendo en el piso entre chapadur, sabes que piden tener una casita humilde poder vivir del trabajo de su esposo y lo que ella pueda aportar pero hoy está imposible. Ojalá está decisión de acompañarnos del municipio sea una realidad y el tema se trate seriamente porque el problema está en Ramallo, en Villa Ramallo y en Pérez Millán. Acá llegó un Plan de viviendas y después nunca más nada”, concluyó.
Olga Macías, quién se ha transformado en vocera explicó “todo comenzó con un desalojo, nos juntamos los vecinos del barrio y como frente al barrio está la canchita de futbol y la plaza y queda espacio decidimos construir en esos lotes. Acá hay hasta cuatro familias viviendo en una casa, en otra más atrás y en otra sobre el mismo lote”.
El predio es grande a simple vista parecen cinco manzanas y algo más también, Olga habló y explicó como son los días de estas familias que desnudan el déficit habitacional del distrito: “hay gente que duerme en el piso, con los colchones en el piso y que cada día sueña con tener un lote para hacerse su casita. Para nosotros comprar un lote a los valores actuales es imposible, ojo que no estoy diciendo que nos regalen los lotes, los vamos a pagar como sea pero los vamos a pagar”.
Finalmente al ser consultada sobre la propiedad del terreno, señaló “sabemos que hace más de veinte años que ese predio lo cuida la Municipalidad, tal vez tenga dueños pero nunca se ocuparon y acá hay gente que no aguanta. Agotegaray –Intendente Interino—fue muy claro dijo que iba a hacer todo lo que pudiera nosotros somos gente de trabajo acá no vino nadie de afuera es gente que no tiene casa y quiere hacer la suya”.
La historia de Irma
Irma es una de las vecinas del barrio Valle de Oro. Creció en el barrio que está ubicado en Avenida Dusso y creció con la fábrica que supo ser emblema en la producción de conservas dentro del partido de Ramallo. “Este es un barrio de gente de trabajo, y años tras año se fue dando una situación bastante particular, primero llegaron nuestros padres, después nosotros y todos fuimos construyendo en lotes que compraron nuestros padres hace 30 años atrás y ahora son nuestros hijos, no tuvimos chances y ellos tampoco la tienen los lotes en la zona están entre 80 mil y 120 mil pesos y no tenemos la plata para pagarlos es imposible” explico la mujer ante la atenta mirada de varios vecinos que asentían con la cabeza.
Irma trabaja desde joven y la misma enseñanza les transmitió a sus hijos. “Vos pensas que nos gusta dormir como dormimos el lunes y el martes en este predio, no a nadie de le gusta pero sabemos que si no nos ponemos firmes nadie nos va a escuchar. Para que pasen las cosas hay que tomar decisiones a veces extremas. Creo que el estado es el debe prestar atención a situaciones como esta y no lo hace” agregó.
En tanto, muchos de los vecinos saben que la parcela alcanzará para todos y después tendrán que ponerse de acuerdo para convivir ya que los espacios son pequeños. “Ves mirá –nos dice—ves esas mamás jóvenes, llevan una vida espantosa, durmiendo en el piso entre chapadur, sabes que piden tener una casita humilde poder vivir del trabajo de su esposo y lo que ella pueda aportar pero hoy está imposible. Ojalá está decisión de acompañarnos del municipio sea una realidad y el tema se trate seriamente porque el problema está en Ramallo, en Villa Ramallo y en Pérez Millán. Acá llegó un Plan de viviendas y después nunca más nada”, concluyó.