Te fuiste amigo...
Te fuiste amigo...
Ya no podremos salir de la 5 corriendo y cruzarnos al patio de tu casa a cagarla a pelotazos a Ariana.
Ya no podremos ir al Ombú del club Los Andes a jugar a la mancha.
Ya no podremos provocar tu llanto, diciéndote: Llora Claverol.
Vos nos hiciste conocer el límite oriente de Villa yendote a vivir al Barrio Municipal y a nosotros nos parecía lejísimo.
Hoy te vas mucho más lejos pero estoy seguro que muy cerca del Todopoderoso que aprendimos a conocer cuando Lidia nos enseñaba catequesis en la San Juan Bautista.
Estoy seguro que Él te cuidará junto a su madre y se preocupará por acompañar a tu esposa, hijos, padres, hermanos y todos tus seres queridos en este momento de tanto dolor.
Estas en la paz y la gloria de Dios amigo mío. No me quedan dudas.
Nosotros en cambio, debemos seguir un poco mas. Pero lo haremos con el legado que nos dejaste.
Con esa amistad pura y sana construida en la niñez.
Con esa fuerza emprendedora que tenías para llevar tus proyectos y empresas adelante.
Con esa seguridad en vos mismo capaz de afrontar los desafíos más difíciles.
Con esa vocación de servicio demostrada en tu querido club.
Con esa forma desinteresada de hacer las cosas.
Con todo eso y mucho más nos vamos a quedar nosotros completando nuestro camino.
A Vero, tus hijos, Roberto, la Puchi, tus hermanos y a todos los que te quisimos mucho nos cuesta entender estas cosas pero cierro los ojos y te veo levantándonos el pulgar, que era una de las pocas cosas que podías hacer en este último tiempo, diciéndonos: Tranquilos. Yo estoy bien. Preocupense por los que quedan acá.
Te mando un beso grandísimo a la distancia amigo y un abrazo enorme y eterno!
Te quiero muchísimo!!!