O.V.G.: "La muerte de Silvia García se inscribe en un caso de femicidio"
El comunicado dice: “frente al nuevo caso de feminicidio ocurrido la semana pasada en la ciudad de Ramallo, el Observatorio de Violencia de Género (OVG) de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires expresa la necesidad de encuadrar bajo la figura penal de femicidio los episodios de violencia extrema contra las mujeres”.
El OVG instó a los funcionarios judiciales para que la investigación del asesinato de Silvia García se enmarque como “femicidio”, en consonancia con el artículo 80 inciso 11 del Código Penal, que mediante la expresión “mediare violencia de género” apunta a una relación estructural de dominio entre los géneros.
Asimismo, el Observatorio subrayó que no resulta necesario dar cuenta de la existencia de denuncias previas por violencia, ni tampoco que deban existir situaciones de violencia anterior a los hechos para la configuración del femicidio.
Los motivos y los modos en que se llevaron a cabo los hechos, la modalidad de la agresión, el uso del cuerpo masculino frente al de una mujer, la forma de tratar el cuerpo de la víctima en cada momento de la secuencia delictiva, la conducta seguida por los imputados en ese momento, son parámetros para establecer si medió o no violencia de género.
“Los factores que hacen diferente el delito de femicidio con el homicidio de un hombre e incluso con el homicidio común de una mujer, revelan que a través de la muerte violenta se pretende perpetuar y refundar la superioridad del hombre, la discriminación contra la mujer y el desprecio contra ella y su vida”, destaca el OVG.
El Observatorio reveló, además, que según datos de la Procuración de la Corte bonaerense, durante los años 2013 y 2014, no se inició ninguna investigación penal por femicidio en la Provincia.
En ese contexto, el OVG concluyó que “la impunidad no sólo alienta nuevos abusos, sino que también transmite el mensaje de que la violencia contra la mujer es aceptable o normal. Y el resultado de esa impunidad no sólo consiste en la denegación de justicia a la víctima o sus familiares, sino también en el refuerzo de las relaciones de género reinantes y reproduce las desigualdades estructurales”.