Elisa Forti “La Nona que corre” visito Ramallo
La Nona Elisa Forti vino de Italia a los 14 años junto a su familia, dejando atrás durísimas experiencia s de la guerra. Tal vez aquellas vivencias le permitieron forjar una fuerte personalidad para afrontar la vida de otra manera y convertirse en ejemplo sin proponérselo. Porque Elisa tiene una gran fortaleza, mental y física, pero es sencilla, todo lo transmite con facilidad, porque su manera de vivir, su manera de afrontar la vida es todo un ejemplo, ejemplo simple, pero de enorme valor. Elisa dice lo que pasó, pasó, hay que mirar lo que viene, hay que mirar el futuro, también señaló que correr es su psicólogo, que el contacto con la naturaleza le da paz y felicidad. Madre de cinco hijos, jugó al voley hasta los 40 años cuando nació su quinta hija, dejo el vóley pero no el deporte, empezó a jugar al tenis, y desde siempre práctico natación. A los 72 años empezó a correr sin pensar que esta actividad se iba a convertir en una forma de vivir. Poco antes de la última carrera, Cruce Columbia, que realizó acompañada por su nieto Lihenel, falleció su mamá, con 107 años, horas después de sepultar a su mamá se fue a correr, se cayó, porque no estaba bien descansada, por los golpes que sufrió le aconsejaron que no haga el Cruce de Los Andes, pero ella insistió y lo corrió, después se supo que lo hizo con fractura de rótula y fisura de costilla, sencillamente increíble. A veces, los dolores están acá dice Elisa señalando su cabeza. En Ramallo, en la mañana del jueves, Elisa estuvo en la Escuela Nº 6 Manuel Belgrano, su ida y vuelta con los chicos fue muy emocionante, allí recibió presentes por parte de la Escuela y la Municipalidad. A tardecita del mismo jueves, en el auditórium, unas cincuenta personas rieron, se emocionaron y aplaudieron de pie después de escuchar sus vivencias dentro y fuera del deporte. En su primera carrera en Tandil, se anotó en los 10 km, que era la carrera corta, cuando llegó a los diez decidió que no iba a parar, lo mejor está por venir se dijo, y siguió corriendo hasta los 28 km, que era el recorrido de la carrera larga, así fue en la carrera, así es en su vida. El Cruce Columbia reciente lo realizó acompañada de su nieto de 19 años, tienen los dos anécdotas increíbles que cuentan como peleándose, pero con enorme orgullo el uno del otro. En el cierre el grupo “Vivir Corriendo” le obsequio un par de zapatillas para correr y remeras del equipo, para ella, su hija y su nieto que la acompañaron hasta nuestra ciudad, desde Vicente López, donde reside. Elisa señaló que desde que corre, le han realizado muchas notas y ha brindado algunas charlas, pero nunca me habían brindado tanta calidez, tanto afecto, agregó, agradecida y emocionada. Las dos charlas comenzaron con un video que destaca hechos importantes en la vida de Elisa que ella recuerda emocionada, después se produce un ida y vuelta con la gente que no tiene desperdicios. Felicitaciones al grupo “Correr Viviendo” y al profesor Pablo Bernacchia, una propuesta que valió la pena compartir.