La semilla del automovilismo: La historia de "Marito" García y Juan María Traverso en el TC
"Empecé a correr en el TC en 1969 y en 1970 fui piloto oficial Chevrolet, yo lo llevaba a las carreras a Juan María. Cuando empecé a correr con la Liebre el 'Torino'", recordó García con nostalgia, reviviendo aquellos primeros pasos en el mundo de la competición automovilística.
Con su característica humildad y generosidad, García compartió: "El flaco era bravo para que obedezca órdenes. Como era todo desinteresado… Hubo que convencerlo al padre para que lo dejara correr y le explicamos a Don Juan y le dijimos que si corría Juan María era mejor." Una muestra del espíritu de colaboración y apoyo mutuo que marcaría su camino juntos en las pistas.
Recordando los desafíos y logros compartidos, García relató con cariño: "Yo lo fui guiando un poco, en el equipo oficial Chevrolet lo fuimos guiando. Yo corría con Chevrolet y él con Torino, corríamos 3 o 4 carreras en Turismo Carretera." Una historia de mentoría y compañerismo que trascendería las barreras de la competencia.
En un viaje al pasado lleno de emociones y gratitud, García evocó con ternura: "Mi papá era más fierrero, nació en 1909, incluso corrió mi papá en 1930, no tenía cubiertas, no tenían nada, envolvían las cubiertas con las cintas de las persianas y corrían." Un legado familiar de pasión por el automovilismo que se reflejaría en la trayectoria de ambos íconos de las pistas argentinas.
En las pistas de competencia, el legado de Mauricio García se entrelaza con la destreza y el coraje de Juan María Traverso, creando una historia de superación y éxito. "Juan María se manejó muy bien, tuvo una gran trayectoria", reconoció García, testigo privilegiado de la ascensión de un campeón. "No le gustaba estar detrás de nadie, fue un gran deportista y gran corredor", añadió.
"Yo corrí desde los 5 o 6 años, a tracción a sangre. Seguí en karting, y después de ahí empecé a correr de forma particular con el Torino que me prestó Pairetti", reveló García, recordando con cariño sus primeros pasos en el mundo de las carreras, marcados por la determinación y el amor por la velocidad.
A su vez, García compartió con nostalgia: "Corrí un año en TC con un Chevy 4 puertas." Una etapa de desafíos y aprendizaje que allanaría el camino para futuros triunfos y colaboraciones inolvidables en el ámbito automovilístico.
En un episodio memorable en Pergamino, García rememoró con orgullo y gratitud: "En Pergamino fue la primera carrera de Juan María y yo en esa carrera fui primero y al final de la carrera se me explotó el motor".
Un hito que destaca la destreza y dedicación de ambos pilotos, cimentando un legado de pasión y amistad en las pistas argentinas. "Fue una época muy linda, de momentos inolvidables. El automovilismo tenía una gran cuota de esfuerzo de todos lo que acompañaban al piloto", remarcó.
Así, la semilla plantada por "Marito" García y la influencia del inolvidable "Gallego" García, su padre se transformaron en un legado de pasión y perseverancia en el automovilismo argentino. A días de la partida de Juan María Traverso, la familia García fue quien trazó la primera parte de ese camino en esa pasión por el autovilismo.