"Desde el punto de vista del productor es positivo, en cuanto al consumidor se va a encontrar con cortes más caros", explicó un productor ganadero
En el primer día de 2024, el anuncio del SENASA sobre la eliminación de restricciones a la exportación de "cortes populares" despertó un nuevo horizonte para la carne argentina.
La medida, contemplada en el Decreto 911/2021 del gobierno anterior, levantó la prohibición sobre productos como el asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, con el objetivo de impulsar la industria ganadera y posicionar a Argentina como un referente en el mercado global.
Alejandro Pujol, reconocido productor ganadero y dueño de un feedlot, expresó su optimismo ante la apertura del mercado. "Desde el punto de vista del productor es positivo, en cuanto al consumidor se va a encontrar con cortes más caros, va a ser más difícil encontrar cortes puntuales", comentó en una entrevista con Radio Ramallo. Ilustró el cambio en la dinámica del mercado con la tapa de asado, antes trabada en el mercado interno por la sobreoferta, ahora con potencial exportador.
Respecto al impacto en el consumo local, Pujol señaló la relación directa entre los precios de la carne y la capacidad de compra de la población. También resaltó las particularidades de la zona norte bonaerense, donde se disfruta de carne de alta calidad, influyendo en los precios locales. La apertura de las exportaciones redefine la dinámica del mercado cárnico argentino, generando oportunidades y desafíos tanto para productores como para consumidores locales.