27 de noviembre de 2023

"Pensé...me muero...la vida me dio otra oportunidad de vivir"

Le dijo a la Radio Ramallo, Rubén Ojeda, otro de los sobrevivientes del siniestro en el río Paraná.

Por Miguel Villalba

 

Rubén Ojeda compartió su impactante experiencia a bordo del helicóptero caído en el río Paraná, revelando los momentos previos al trágico accidente y expresando su dolor por la pérdida de Gustavo Degliantonio.


En este contexto, Ojeda, uno de los sobrevivientes del accidente del helicóptero en el río Paraná, narra con conmoción los eventos que llevaron a la pérdida de su gran amigo, Gustavo Degliantonio. "Hoy a la mañana fui a la mesa de café del club Independiente. Más allá de la pérdida de un gran amigo, un gran amigo de la peña," compartió Ojeda, destacando la tradición compartida de ver los partidos de la selección argentina y de River en la casa de Degliantonio.

"Anduve muchas veces en el helicóptero con Gustavo, era muy común," agregó Ojeda, rememorando los numerosos viajes compartidos con su amigo piloto. La rutina del día del accidente comenzó con un vuelo a Rosario, aterrizaron en una isla para disfrutar de un almuerzo. "Fuimos a comer pescado, estuvimos desde la 13.30 hs hasta las 17.30, dimos unas vueltas. Y a las 17.30 hs nos vinimos a Ramallo porque a las 18 hs jugaba River y nos veníamos a ver a River," relató Ojeda, describiendo la jornada que se tornó de la alegría anticipada al horror inesperado.

"Venía volando bajo, venía sentado en la parte de atrás del helicóptero. A la altura de Villa Constitución nos desviamos y fuimos a los Rubichini y continuamos el viaje. Volvimos para el río, vimos las islas por dentro como estaban inundadas. Continuó el viaje hasta pasar Estrella Federal. Y después dimos una vuelta última, pasamos por encima de los elevadores, era común y después retomó para el lado del arroyo las hermanas y bajo para el lado de la playa y de repente sentí el impacto," relató Ojeda, describiendo los momentos críticos antes de la caída.

"Yo estaba sin el cinturón y eso me impulsó hacia adelante, yo salí por el frente y Gustavo venía con el doble cinturón puesto y no se pudo soltar," destacó Ojeda, subrayando la lucha contra las fuerzas del accidente. La tragedia se revela en cada palabra de Ojeda, quien, al igual que los demás sobrevivientes, se enfrenta a una experiencia que cambiará sus vidas para siempre.

La voz de Ojeda continúa resonando en el relato de los momentos angustiosos después del impacto. "Saqué los auriculares y no escuché la charla que tenían entre ellos y nos pegamos contra el río," remarcó, describiendo la confusión y la brusquedad del accidente. En ese instante crítico, la realidad se desdibujó y la tragedia se apoderó del vuelo que compartían como rutina.

"Yo estaba sin el cinturón y eso me impulsó hacia adelante, yo salí por el frente y Gustavo venía con el doble cinturón puesto y no se pudo soltar," lamentó Ojeda, ilustrando la lucha desesperada por la supervivencia en medio del caos. La tragedia, marcada por la pérdida de Degliantonio, se convirtió en un episodio que desafía la comprensión y deja a los sobrevivientes con cicatrices físicas y emocionales.

La historia de Ojeda también destaca la solidaridad emergente en los momentos más oscuros.

"Tengo un dolor muy grande. Es muy triste todo esto," añadió, reflejando el pesar compartido por los amigos y la comunidad de Ramallo. El relato, entre comillas, revela no solo la cruda realidad del accidente sino también la resiliencia de quienes lucharon por sobrevivir y la comunidad que se unió en apoyo.

"Gustavo no tuvo una falla cardíaca. Estuvo atado entre 20 o 30 minutos. Vino una lancha, la ataron al helicóptero se corta la soga, se mueve, vira hacia un costado y Gustavo se hunde, se desplaza quince metros. Yo ya no tenía fuerzas. Una mujer y un chico nos ayudaron. Pasaron como cinco o siete minutos, en ese lapso le costó la vida," reveló, mientras describió con desgarrador detalle los momentos críticos después del impacto en el río Paraná. La lucha por la supervivencia se convirtió en una carrera contra el tiempo, marcada por la tragedia que se llevó la vida de Gustavo Degliantonio y dejó una marca imborrable en los sobrevivientes.

La historia de Rubén Ojeda, entre comillas, sigue siendo una ventana a la complejidad de la supervivencia y la pérdida en medio de una jornada que comenzó con camaradería y terminó en tragedia.


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