Lluvias torrenciales en la región desafían a los agricultores para tomar decisiones de siembra
Las intensas lluvias, lo que está generando desafíos para los agricultores en la planificación de sus cultivos. Según el ingeniero Mariano García, especialista agrícola, se espera una disminución considerable en el área de siembra de trigo en comparación con el año anterior. Ante este escenario, los agricultores se ven obligados a explorar nuevas opciones para garantizar la rentabilidad y reducir el riesgo en sus producciones.
La diversificación de cultivos se ha convertido en una estrategia clave para enfrentar los desafíos climáticos actuales. Muchos agricultores están considerando la rotación con cultivos como la soja y el maíz tardío, que ofrecen una mayor resistencia a las condiciones adversas. Aquellos con recursos económicos suficientes están dispuestos a invertir en esta estrategia para adaptarse a los cambios climáticos y minimizar las pérdidas.
En localidades como San Pedro y Pueblo Doyle, se han registrado registros pluviométricos impresionantes de 93 mm y 88 mm, respectivamente. Villa Ramallo ha recibido 72 mm de lluvia, mientras que Ortiz Basualdo alcanzó los 56 mm. Estos datos reflejan la magnitud de las precipitaciones que están afectando a la provincia de Buenos Aires.
La gestión del exceso de agua y la prevención de enfermedades y plagas asociadas al clima húmedo son algunos de los desafíos adicionales que los agricultores deben enfrentar. La adaptabilidad y la búsqueda de soluciones se han vuelto fundamentales para mantener la producción agrícola en la región.
Los agricultores y especialistas están monitoreando de cerca las condiciones climáticas y trabajando en estrategias de manejo para mitigar los efectos de las lluvias intensas. La capacidad de adaptación y la implementación de alternativas de cultivo son esenciales para asegurar la sostenibilidad y la rentabilidad en la agricultura de la provincia de Buenos Aires en medio de un entorno climático cambiante.