1 de febrero de 2015
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Otra madrugada de robo y violencia en Ramallo
Alrededor de las dos de la mañana de este domingo una familia de Ramallo sufrió un violento intento de robo en su domicilio que pudo dejar consecuencias muchos más graves. Crispín Luchessi, propietario de la vivienda, ubicada en Avenida Irigoyen y Gomendio de Ramallo le comentaba lo que les tocó vivir a La Radio Ramallo. “Llegamos con mi señora y una amiga a casa, mi señora y la amiga ingresaron por la puerta principal, mi señora fue al baño y la amiga desde adentro me abrió el garaje y volvió al interior de la casa, yo no ingresé el auto, entre a ver una perrita que está enferma y detrás mío se metieron tres personas, una apuntándome con un revólver, pensé que era una broma, le empecé a preguntar quién sos, siempre pensando en algún amigo mío o de mis hijos, sorpresivamente uno me pegó una fuerte trompada que me agarró totalmente desprevenido y me volteo, ahí me di cuenta que no estaban bromeando. Apuntándome a la cabeza me exigían que ingresara a la casa, yo les decía que no, hermano andate, andate en la casa hay más gente, le decía, ellos insistían, siempre apuntándome y yo me negaba. Mi hijo más chico escuchó gritos y se asomó, lo quisieron agarrar, el escapó y llamó al hermano que estaba durmiendo y salieron por la puerta principal, mi hijo, mi señora y la amiga salieron pidiendo auxilio por Gomendio, fueron del vecino, mi hijo más chico corrió hasta el bingo, le quiero agradecer a la persona que estaba en la puerta del bingo que rápidamente llamó a la policía, al igual que mis vecinos. Mientras mi hijo mayor dio la vuelta por la vereda hacía el garaje, lo quisieron meter de prepo y no pudieron, así que también escapó, ahí se dieron cuenta que yo no mentía con relación a que había más gente, ya se escuchaba el griterío, el pedido de auxilio de mi familia, me pegaron un culatazo y se fueron. Tenían el auto, un corsa gris con vidrios polarizados estacionado frente al hospital, se fueron sin llevar nada, pero sin pensar me negué a entrar a mi casa cuando me estaban apuntando a la cabeza, podía haber pasado cualquier cosa, estuvimos muy expuestos todos. Estamos bien físicamente, pero asustados, amargados, lamentablemente Ramallo ya no es lo que era”. Foto: (El domicilio que sufrió el intento de robo).