1 de enero de 2023

Llovió en el inicio del 2023: las precipitaciones fueron insuficientes, pero trajeron algo de alivio para el campo

La severa sequía marcó el año 2022 para el campo. En el partido de Ramallo, declarado zona de emergencia y desastre agropecuario la primera precipitación del año vino bien, pero siguen siendo insuficiente la cantidad de agua que necesitan los lotes. Según la estación meteorológica de INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) que tiene Villa Ramallo el registro hasta las 19 horas del 1 de enero marcaba 6,25 milímetros. En San Pedro: 6,75 mm y en Río Tala se registraron 12 mm. En tanto, para el oeste el panorama era bastante similar: en la Escuela agro técnica salesiana de Ferre, partido de Pergamino, 8,5 milímetros y en Arrecifes, 3,5 milímetros.

 

 La falta de intensas lluvias sigue siendo un problema para el campo. En las últimas horas se registraron lluvias de variada intensidad pero no en el norte de la provincia de Buenos Aires. Los registros siguen siendo insuficientes ante la falta de humedad en el suelo. Los productores agropecuarios de Ramallo y del norte de la provincia siguen esperando lluvias.

El campo vive un momento complicado en el norte de la provincia de  Buenos Aires. Muchos lotes que han quedado sin sembrar. Tal vez esta precipitación permita avanzar con lo que falta de soja. Muchos productores han desechado hacer maíz.

Un verano esperando que se retire la Niña

 

Fueron importantes la lluvia de las últimas horas, sin embargo los productores consultados afirman que “estamos muy preocupados, no veo que los políticos estén preocupados por lo que pasa con el campo. La verdad es que no se qué va a pasar. Es lamentablemente, estamos sin sembrar la cosecha gruesa”

 

En un informe climático elaborado por un grupo de meteorólogos de diversas instituciones se proyecta que el déficit de precipitaciones se mantendrá en amplias zonas productivas de la Argentina.

 

“Se trata de una Niña muy rara, justamente se la llamó la ‘triple Niña’ porque nunca se había dado durante tres años seguidos como viene ocurriendo ahora”, alertó la climatóloga Matilde Rusticucci, integrante del grupo de especialistas que elaboró el informe.

 

Este pronóstico se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas. El resultado final refleja un consenso consolidado a partir de esas diversas fuentes y no da buenas noticias para el campo.

 

De acuerdo con los pronósticos para esta temporada estival, se esperan temperaturas medias superiores a las normales en buena parte del país, sobre todo en la zona centro y en el oeste de la Patagonia. Particularmente, la provincia de Buenos Aires y el este de La Pampa son los lugares donde esas perspectivas suenan más firmes.

 

Las mayores probabilidades de que haya lluvias por debajo del nivel normal se concentran en la Mesopotamia. Pero se extienden a otras zonas y de concretarse podrían agravarse las condiciones actuales de sequía que afectan a amplias regiones del país.

 

 “Estamos frente a un déficit importante de precipitaciones y, lamentablemente, seguimos bajo la influencia de un fenómeno Niña que se va a extender, por lo menos, hasta el final del verano. Habrá que tener mucho cuidado ante la posibilidad de que se produzcan nuevos incendios”, dijo la experta en clima Matilde Rusticucci.

 

Las lluvias del inicio de año vinieron bien, más allá de todo. Los productores esperan que la Niña se vaya retirando y se pase a una fase neutra. En tanto, el panorama para los principales cultivos que tiene la región, soja y maíz es incierto.


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